CAPITANICH: EL CHACO MERECE MÁS
Desde el 10 de Diciembre del 2007 el gobierno de la Provincia del Chaco está en manos del Sr. Jorge Capitanich y el próximo domingo de alguna manera se plebiscita su gestión es por ello que creo pertinente hacer un repaso de las cuestiones que marcaron el rumbo de la actual administración y que son muy importantes para el conjunto de los chaqueños.
DESMANEJOS DE FONDOS Y DESEQUILIBRIOS DE CAJA
Los problemas de caja que manifiesta la provincia del Chaco son inocultables y a eso se llegó por una pésima administración de los recursos, entre los cuales podemos mencionar: más de 15 mil contratados nuevos en el estado, muchos de ellos con remuneraciones superiores establecidos por ley; el Programa PAICHA destinado supuestamente a paliar la situación de pobreza e indigencia de los aborígenes en el Impenetrable, pero que después los funcionarios a cargo fueron denunciados por cambiar comida por sexo; el escandaloso fraude de las tarjetas alimentarias, que iban a parar a manos de punteros del PJ y no de la gente necesitada del interior provincial; los dantescos gastos de festivales musicales y publicidad en los medios locales durante la presente campaña electoral; los 100 mil pesos por día que le cuesta a los chaqueños mantener Aerochaco, se realicen o no los vuelos de la empresa; los 70 millones de sobreprecio que se pagaron a la empresa de la familia del actual senador del mismo partido del gobernador, por la realización de la Ruta 7; los 54 millones en créditos a empresas desconocidas y no radicadas en la provincia, etc.
Todas las cuestiones comentadas precedentemente y otras más hicieron poner al Banco del Chaco en condiciones paupérrimas y a la provincia en grave situación de cesación de pagos, pero para contrarrestar todo el despilfarro creado, el Gobernador comenzó a manotear fondos de cualquier lado. Así les retuvo los montos destinados por la ley 3565 a los consorcios camineros y a los municipios las remesas correspondientes al Fondo Federal Solidario correspondientes a las retenciones a las exportaciones a la soja.
ZONA DE PROMESAS Y MENTIRAS
Con grandes exclamaciones Capitanich en su campaña para gobernador auguraba y aseguraba un Chaco con 100 mil nuevos puestos de trabajo genuino, con 10 mil nuevas viviendas, 10 mil cuadras de pavimento, más hospitales, más escuelas y kilómetros y kilómetros de rutas pavimentadas. Pero, por más que se esmeren en demostrar lo contrario si ponemos en una bolsa todos esos anuncios sólo estaremos encerrando HUMO, porque nada de lo que se prometió se cumplió.
El pueblo chaqueño debe saber que todas las obras señaladas por Capitanich como propias fueron ideadas, proyectadas e incluso hasta inauguradas por la Alianza como el caso de la obra de las Autovías de la ruta Nicolás Avellaneda y Ruta 16 en el tramo de Resistencia a Presidencia Roque Sáenz Peña, del Acueducto del Centrooeste muchas escuelas y viviendas a lo largo y a lo ancho de toda la provincia.
Son falaces los dicho del gobernador cuando expone que ya creó 75 mil empleos, porque todo el país sabe que estamos en un proceso de recesión económica por causa de la crisis financiera internacional. Me pregunto si Chaco es una isla dentro de la Argentina, porque mientras se realizan encendidos discursos en defensa de la supuesta inversión en la provincia, se producen suspensiones o despidos encubiertos en industrias y fábricas. Seguramente Capitanich vive en el reino de ilusiones creado por las estadísticas del INDEC de Guillermo Moreno y eso lo llevó a declarar que también hay 200 mil pobres menos en la provincia.
Con maniobras mediáticas y operativos de distracción tratan de confundir al electorado sin darse cuenta que el ciudadano se da cuenta de todo y por eso no quiere el traspaso encubierto de los fondos previsionales del INSSSEP que bajo el nombre de armonización, el primer mandatario quiere realizar con el ANSES. Dicha trampa fue denunciado por los dirigentes de la Alianza en defensa de los actuales jubilados y de los próximos, quienes perdería notables beneficios si ello ocurriera.
CRISIS DEL CAMPO
En marzo del año pasado la coyuntura nacional puso en el tapete el problema con el campo, eran tiempos de la famosa Resolución 125 de retenciones a las exportaciones agropecuarias que puso en vilo a todo el país.
Allí Capitanich jugó fuerte, pero en contra de los productores chaqueños, porque actuó de vocero del Partido Justicialista embistiendo contra las entidades ruralistas tratándolas de golpistas, antidemocráticas, agoreros e idiotas útiles. La obsecuencia a los Kirchner lo llevó a sacarse la camiseta de la provincia para ponerse definitivamente la del matrimonio presidencial olvidándose y defraudando al pueblo que debía representar, eso sí su beneficio personal comenzaba a tomar forma: ya era el Vicepresidente Primero del PJ a nivel Nacional.
Por ese entonces entre los fantasmas desestabilizadores vistos por el gobernador en el reclamo de los productores, se olvidó que en el 2003, siendo Senador Nacional, pedía mediante un Proyecto de Ley que se derogue toda retención a las exportaciones agropecuarias, pero claro eran tiempos en los cuáles participaba en la sociedad de uno de los pooles de siembra de soja más importante del país. El hombre del campo chaqueño pretendía que Capitanich lo represente, lo defienda, lo escuche y reciba sus peticiones para que después las elevara a la Presidenta algo que no hizo jamás durante todo el conflicto, lo que sí hacía era pasearse por todos los medios de Capital Federal articulando un discurso demagógico hacia el mundo K y esgrimiendo una falsa rentabilidad del sector.
De nada sirvió que luego quiera congraciarse con los pequeños y medianos productores anunciando la condonación de deudas con el Banco Nación o créditos blandos, sencillamente porque sólo se creó un Fideicomiso para refinanciar dichos compromiso de los cuáles tan sólo participaron 762 productores de los miles que poseen graves problemas judiciales y con remates en sus propiedades rurales. Es decir siguió engañando a los productores con falsas promesas, que lamentablemente debemos decir que fueron innumerables a lo largo de todo su gobierno.
Desde la Alianza siempre apoyamos al campo y lo hicimos desde la convicción de que el trabajador rural es el motor que empuja al país y genera riquezas para todo el pueblo argentino. Fue una pena que Capitanich no se haya dado cuenta nunca de qué lado debía ponerse y a quién debía cuidar.
EPIDEMIA DE DENGUE
En noviembre del año pasado el Ministerio de Salud de la Nación advirtió del posible brote del dengue en las provincias más proclives por su cercanía al foco infeccioso y recomendó las acciones a seguir para no correr riesgos. Las provincias como por ejemplo, Corrientes, Formosa, Misiones y Salta tomaron nota e inmediatamente ejecutaron medidas de prevención para la enfermedad.
En Chaco no sólo se desoyó lo expresado por la cartera de salud nacional, sino que una vez que empezaron a aparecer casos se los subestimaron (era gripe, según decían), se los ocultaron y los directores de los hospitales fueron obligados a no dar información sobre pacientes con las dolencias de dicha enfermedad.
Luego de que la epidemia ya era un hecho y ésta comenzaba a expandirse por todo el país llegaron las acciones: fumigaciones en las zonas más afectadas. Pero tamaña sorpresa se llevaron los pobladores al ver que la tarea para atacar al mosquito vector se llevaba a cabo con venenos vencidos, sí leyó bien VENCIDOS.
Como resultante de todo el caos sanitario quedaron una decena de muertos, más de 20 mil afectados y la marca indeleble de ser la capital de la enfermedad de la pobreza. Ah y provincias vecinas como por ejemplo Formosa, con peores índices sociales que el Chaco, con ningún caso reportado de dengue.
Pero nobleza obliga, no debemos caerle con toda la culpa de la problemática al gobernador, ya que la principal culpable del desastre fue su inoperante e incapaz ministra de salud y esposa, Sandra Mendoza, quien nunca estuvo a la altura de las circunstancias y que simplemente culpabilizó al mosquito de aquello.
La primera dama chaqueña no sólo no cumplió correctamente con su mandato como funcionaria, sino que protagonizó un escándalo público, reflejado por la prensa a nivel nacional, en la misma Casa de Gobierno de todos los chaqueños. Después de una discusión con su marido embistió con su camioneta 4x4 las instalaciones y chocó a varios autos oficiales destruyéndolos, es decir los bienes de todos los chaqueños fueron siniestrados ante la complicidad de todo el Ejecutivo Provincial, quien tapó y no colaboró con la investigación de este hecho policial.
Después de lo narrado qué pensaría cualquier ciudadano común: “la cesa del cargo que ocupa” o “le pide la renuncia”. No señores ¿en qué provincia o país viven? Capitanich, le creó un cargo con rango de subsecretaría para que siga cobrando un sueldo alto hasta que se cristalice el premio de diputada nacional al que se merece una persona tan preparada, lúcida y de excelente gestión en el gobierno como Sandra Mendoza.
Finalmente por todo lo expuesto podemos asegurar que el partido gobernante no fue, no es y no será nunca el cambio que pregonó en 2007, sólo se dedicó a inflar las expectativas de la gente para llegar al poder, pero cuando tuvo que resolverle los problemas a los comprovincianos no supo cómo hacerlo, por desidia, incapacidad o falta de plan estratégico.
Los chaqueños deben tener en claro que el Acuerdo Cívico y Social es la fuerza política que va a defender sus intereses y va a velar para que los constantes desatinos del Chaco Merece Más no sea una fiesta cara que terminen pagando el conjunto de los habitantes, porque sabemos hacerlo y HACERLO MEJOR.
DESMANEJOS DE FONDOS Y DESEQUILIBRIOS DE CAJA
Los problemas de caja que manifiesta la provincia del Chaco son inocultables y a eso se llegó por una pésima administración de los recursos, entre los cuales podemos mencionar: más de 15 mil contratados nuevos en el estado, muchos de ellos con remuneraciones superiores establecidos por ley; el Programa PAICHA destinado supuestamente a paliar la situación de pobreza e indigencia de los aborígenes en el Impenetrable, pero que después los funcionarios a cargo fueron denunciados por cambiar comida por sexo; el escandaloso fraude de las tarjetas alimentarias, que iban a parar a manos de punteros del PJ y no de la gente necesitada del interior provincial; los dantescos gastos de festivales musicales y publicidad en los medios locales durante la presente campaña electoral; los 100 mil pesos por día que le cuesta a los chaqueños mantener Aerochaco, se realicen o no los vuelos de la empresa; los 70 millones de sobreprecio que se pagaron a la empresa de la familia del actual senador del mismo partido del gobernador, por la realización de la Ruta 7; los 54 millones en créditos a empresas desconocidas y no radicadas en la provincia, etc.
Todas las cuestiones comentadas precedentemente y otras más hicieron poner al Banco del Chaco en condiciones paupérrimas y a la provincia en grave situación de cesación de pagos, pero para contrarrestar todo el despilfarro creado, el Gobernador comenzó a manotear fondos de cualquier lado. Así les retuvo los montos destinados por la ley 3565 a los consorcios camineros y a los municipios las remesas correspondientes al Fondo Federal Solidario correspondientes a las retenciones a las exportaciones a la soja.
ZONA DE PROMESAS Y MENTIRAS
Con grandes exclamaciones Capitanich en su campaña para gobernador auguraba y aseguraba un Chaco con 100 mil nuevos puestos de trabajo genuino, con 10 mil nuevas viviendas, 10 mil cuadras de pavimento, más hospitales, más escuelas y kilómetros y kilómetros de rutas pavimentadas. Pero, por más que se esmeren en demostrar lo contrario si ponemos en una bolsa todos esos anuncios sólo estaremos encerrando HUMO, porque nada de lo que se prometió se cumplió.
El pueblo chaqueño debe saber que todas las obras señaladas por Capitanich como propias fueron ideadas, proyectadas e incluso hasta inauguradas por la Alianza como el caso de la obra de las Autovías de la ruta Nicolás Avellaneda y Ruta 16 en el tramo de Resistencia a Presidencia Roque Sáenz Peña, del Acueducto del Centrooeste muchas escuelas y viviendas a lo largo y a lo ancho de toda la provincia.
Son falaces los dicho del gobernador cuando expone que ya creó 75 mil empleos, porque todo el país sabe que estamos en un proceso de recesión económica por causa de la crisis financiera internacional. Me pregunto si Chaco es una isla dentro de la Argentina, porque mientras se realizan encendidos discursos en defensa de la supuesta inversión en la provincia, se producen suspensiones o despidos encubiertos en industrias y fábricas. Seguramente Capitanich vive en el reino de ilusiones creado por las estadísticas del INDEC de Guillermo Moreno y eso lo llevó a declarar que también hay 200 mil pobres menos en la provincia.
Con maniobras mediáticas y operativos de distracción tratan de confundir al electorado sin darse cuenta que el ciudadano se da cuenta de todo y por eso no quiere el traspaso encubierto de los fondos previsionales del INSSSEP que bajo el nombre de armonización, el primer mandatario quiere realizar con el ANSES. Dicha trampa fue denunciado por los dirigentes de la Alianza en defensa de los actuales jubilados y de los próximos, quienes perdería notables beneficios si ello ocurriera.
CRISIS DEL CAMPO
En marzo del año pasado la coyuntura nacional puso en el tapete el problema con el campo, eran tiempos de la famosa Resolución 125 de retenciones a las exportaciones agropecuarias que puso en vilo a todo el país.
Allí Capitanich jugó fuerte, pero en contra de los productores chaqueños, porque actuó de vocero del Partido Justicialista embistiendo contra las entidades ruralistas tratándolas de golpistas, antidemocráticas, agoreros e idiotas útiles. La obsecuencia a los Kirchner lo llevó a sacarse la camiseta de la provincia para ponerse definitivamente la del matrimonio presidencial olvidándose y defraudando al pueblo que debía representar, eso sí su beneficio personal comenzaba a tomar forma: ya era el Vicepresidente Primero del PJ a nivel Nacional.
Por ese entonces entre los fantasmas desestabilizadores vistos por el gobernador en el reclamo de los productores, se olvidó que en el 2003, siendo Senador Nacional, pedía mediante un Proyecto de Ley que se derogue toda retención a las exportaciones agropecuarias, pero claro eran tiempos en los cuáles participaba en la sociedad de uno de los pooles de siembra de soja más importante del país. El hombre del campo chaqueño pretendía que Capitanich lo represente, lo defienda, lo escuche y reciba sus peticiones para que después las elevara a la Presidenta algo que no hizo jamás durante todo el conflicto, lo que sí hacía era pasearse por todos los medios de Capital Federal articulando un discurso demagógico hacia el mundo K y esgrimiendo una falsa rentabilidad del sector.
De nada sirvió que luego quiera congraciarse con los pequeños y medianos productores anunciando la condonación de deudas con el Banco Nación o créditos blandos, sencillamente porque sólo se creó un Fideicomiso para refinanciar dichos compromiso de los cuáles tan sólo participaron 762 productores de los miles que poseen graves problemas judiciales y con remates en sus propiedades rurales. Es decir siguió engañando a los productores con falsas promesas, que lamentablemente debemos decir que fueron innumerables a lo largo de todo su gobierno.
Desde la Alianza siempre apoyamos al campo y lo hicimos desde la convicción de que el trabajador rural es el motor que empuja al país y genera riquezas para todo el pueblo argentino. Fue una pena que Capitanich no se haya dado cuenta nunca de qué lado debía ponerse y a quién debía cuidar.
EPIDEMIA DE DENGUE
En noviembre del año pasado el Ministerio de Salud de la Nación advirtió del posible brote del dengue en las provincias más proclives por su cercanía al foco infeccioso y recomendó las acciones a seguir para no correr riesgos. Las provincias como por ejemplo, Corrientes, Formosa, Misiones y Salta tomaron nota e inmediatamente ejecutaron medidas de prevención para la enfermedad.
En Chaco no sólo se desoyó lo expresado por la cartera de salud nacional, sino que una vez que empezaron a aparecer casos se los subestimaron (era gripe, según decían), se los ocultaron y los directores de los hospitales fueron obligados a no dar información sobre pacientes con las dolencias de dicha enfermedad.
Luego de que la epidemia ya era un hecho y ésta comenzaba a expandirse por todo el país llegaron las acciones: fumigaciones en las zonas más afectadas. Pero tamaña sorpresa se llevaron los pobladores al ver que la tarea para atacar al mosquito vector se llevaba a cabo con venenos vencidos, sí leyó bien VENCIDOS.
Como resultante de todo el caos sanitario quedaron una decena de muertos, más de 20 mil afectados y la marca indeleble de ser la capital de la enfermedad de la pobreza. Ah y provincias vecinas como por ejemplo Formosa, con peores índices sociales que el Chaco, con ningún caso reportado de dengue.
Pero nobleza obliga, no debemos caerle con toda la culpa de la problemática al gobernador, ya que la principal culpable del desastre fue su inoperante e incapaz ministra de salud y esposa, Sandra Mendoza, quien nunca estuvo a la altura de las circunstancias y que simplemente culpabilizó al mosquito de aquello.
La primera dama chaqueña no sólo no cumplió correctamente con su mandato como funcionaria, sino que protagonizó un escándalo público, reflejado por la prensa a nivel nacional, en la misma Casa de Gobierno de todos los chaqueños. Después de una discusión con su marido embistió con su camioneta 4x4 las instalaciones y chocó a varios autos oficiales destruyéndolos, es decir los bienes de todos los chaqueños fueron siniestrados ante la complicidad de todo el Ejecutivo Provincial, quien tapó y no colaboró con la investigación de este hecho policial.
Después de lo narrado qué pensaría cualquier ciudadano común: “la cesa del cargo que ocupa” o “le pide la renuncia”. No señores ¿en qué provincia o país viven? Capitanich, le creó un cargo con rango de subsecretaría para que siga cobrando un sueldo alto hasta que se cristalice el premio de diputada nacional al que se merece una persona tan preparada, lúcida y de excelente gestión en el gobierno como Sandra Mendoza.
Finalmente por todo lo expuesto podemos asegurar que el partido gobernante no fue, no es y no será nunca el cambio que pregonó en 2007, sólo se dedicó a inflar las expectativas de la gente para llegar al poder, pero cuando tuvo que resolverle los problemas a los comprovincianos no supo cómo hacerlo, por desidia, incapacidad o falta de plan estratégico.
Los chaqueños deben tener en claro que el Acuerdo Cívico y Social es la fuerza política que va a defender sus intereses y va a velar para que los constantes desatinos del Chaco Merece Más no sea una fiesta cara que terminen pagando el conjunto de los habitantes, porque sabemos hacerlo y HACERLO MEJOR.